Te entretenías con el calor y la luz, mirabas al sol.
Deslumbrado no la viste caer.Cuando tus ojos se acostumbraron sonreiste al contemplar la brisa jugando con las hojas, pero bajo tus pies quedaban aplastadas aquellas que te anunciaban lo que estaba por pasar.
El verano escapaba por cada poro de tu piel, helando con parsimonia tu sonrisa.
Olvidaste el verde, el azul ... pinceladas ocres se adueñaban de tu lienzo.
Aquel al que acudías buscando el frescor de su sombra, lo arrancaste exprimiendo su alma entre brasas pidiendo calor.
Mimetizaste tu ser, conseguiste ser parte otoñal.
Cada estación empieza y acaba dejando paso a la siguiente, pero tampoco será inmortal.
Pasando una tras otra como en un giro de peonza.
Ahora que tu vida es el otoño no deberías olvidar que saliste del mar y que el frío está por llegar.
