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domingo, 25 de enero de 2015

NUNCA QUISO SER ESTRELLA

Acostumbrada a no brillar con luz propia, aprendió a dejar en su cara oculta lo mejor de sí.
Siempre siendo la compañía perfecta, con las palabras apropiadas para ser un gran complemento que no avergonzara a las visitas.
Perfecta máscara de lo que se esperaba de ella.
Hacía resplandecer con más luz a la estrella sobre la que giraba su vida.
Nunca buscó su recompensa, era la mayor felicidad que había experimentado.
Siempre creciente y menguante según las circunstancias requisieran, llegando a ser el mejor accesorio.
Cultivó la más brillante de sus sonrisas oscureciendo la mayor parte de su ser.
Él nunca le permitió acercarse demasiado para no hacerla arder, y poco a poco el frío se adueñó de lo más profundo de su admiración.
Fugaces meteoritos hacían mella sin llegar a profundizar, descamando capas de gélida superficialidad.
Aún sonríe mirando a la que fue su astro, su sol... espera a quien se atreva a posarse con delicadeza y decida poner sus pies en firme...y empezar a caminar.