Hay una palabra que nos acompaña cada comienzo de año. Una palabra que decimos casi sin darnos cuenta de la esencia que guarda. "NUEVO". Entramos en un nuevo año, uno que esperamos que sea mejor o igual al anterior, que nos depare grandes momentos que recordar. Para ello escribimos listas gráficas o mentales de nuevos propósitos, metas no conseguidas que queremos lograr y gracias al cambio de calendario se nos brinda la oportunidad de empezarlos de nuevo.
Tras unos días de felicitaciones por estar vivos un año más llega el momento de los regalos. Nuevos artículos que se cuelan en nuestras vidas envueltos de color, entusiasmo, lazos, cariño...
Ropa, libros, películas, juguetes, música, joyas...miles de nuevos detalles. Nunca consiguen sustituir a las cosas importantes del pasado, pero sin duda consiguen en su mayoría buscarse un nuevo hueco en nuestros corazones.
Otros tendrán que esperar a esa nueva oportunidad en forma de rebaja. Bajan su valor ecónomico pero mantien las ganas de ser parte de cada uno de nosotros.
Es momento de mirar atrás, agarrárse a todas esas cosas que nos hicieron fuertes y saltar a conquistar nuevos momentos,nuevos recuerdos que serán importantes para recordarnos que cada nuevo día es un buen momento para ser feliz.
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