HAMBRE

Ser feliz con muy poco. Para muchos es una gran virtud disfrutar de las pequeñas cosas.
¿Hasta cuánto puedo reducir lo esperado?
Pasé de gozar con una sonrisa a conformarme con una simple mueca en unos labios vacíos de palabras.
Los profundos abrazos dieron paso a las palmaditas en la espalda.
Detalles que me alimentan a cuentagotas, pero mis entrañas rugen. Quiero saciarme por una vez.
Hay miradas que lo dicen todo pero mis oidos ansían saborear sonidos.
Mi piel necesita el calor de las caricias, que cada vello de mi cuerpo se erice haciéndome estremecer.
Mis labios tienen sed, se secan intentando despertarte a gritos.
Mi calendario se viste de cruces marcando un día menos esperando a que se conviertan en uno más.
Mi reloj cuenta horas muertas...tic tac...tic tac...